Mujer , mujercita hermosa de cabellos negros y ojos mielosos.
Esta oración esta escrita en un pedazo de papel de un bar barranquino en la
refrigeradora de pavlo. Lo lee en las mañana y se le forma una pequeña sonrisa en
la boca. Y piensa mientras toma desayuno
con cereales, que esa mujer de imaginación inmensa e testadura en la calle
anda, dejando rastros de cerveza , cigarro, cabellos y sonrrisas en bares de
lima. En bares a los cuales están llenos de recuerdos de personas, que dejan
penas, alegrías, engaños, mentiras, mala suerte, buenas vibras en silla, mezas,
miradas, coqueteos, cervezas y tragos.
Llega la noche , después de haber escrito unas quince hojas
llenas de sudor, legañas, latas de red bull y alguno que otro trago. Se siente
satisfecho y sale para tomar algo mas en un bar. Llamar a un amigo, un buen
pata. Se encuentran en un bar y toman, conversan, se acuerdan de historias de
amor de cada uno , de sexo casuales. Cada comienza a analizar, criticar, los
movimientos sexuales, mamadas y colores de piel de cada una de sus “ya no”
enamoradas.
Siguen conversando , pasando el tiempo. Hasta que en un
video del bar escucha una canción que una mujer le dice a su pareja mientras se
despiertan de un largo sueño juntos –te amo- , a lo que su reacción instantánea
es una carcajada. Sabe que eso no existe para nada, existía en un momento dado
de su vida, en un momento en que “vivía feliz”
Despertarse con alguien quien “amas”, lo encuentra como una
mañana bendita, llena de una radiante neblina hermosa, donde hay un frio rico y
unos besos, sexo y orgasmos maravillosos. Es solo una bonita mañana, un día,
mañana, horas, minutos que no regresaran porque los dos lo saben.
Pavlo con cerveza en la cabeza, regresa a su casa, abre la
puerta, entra deja su maletín de cuero encima en el televisor. Se tapa con las
sabanas de los recuerdos y duerme como un angel abrazando su almohada, almohada
sin cabellos negros ni sonrisa mielosa.